Die Meistersinger von Nürnberg, #76

Con la función de ayer, fuera de abono, finalizaba la tanda de funciones de Die Meistersinger von Nürnberg. Me interesaba comprobar la evolución de la función después de seis funciones.

El mayor cambió, a mejor, se notó en la orquesta. Sonó más nítida en la obertura y con los metales más entonados en general. Quizá los ensayos programados no son suficientes para encarar con garantías las primeras funciones.  La asistencia a los estrenos de algunos títulos del GTL puede ser desaconsejable por lo que respecta a la orquesta.

Las diferencia en cuanto a lo vocal respecto a la función previa a la que asistí, y comenté, a finales Abril, sólo destacar que los cantantes, en general, se  mostraron más seguros en sus papeles.

A Véronique Gens se la vió más segura y cómoda en el papel, que debutaba en el GTL. Albert Dohmen se dosificó mejor de forma que en el tercer acto llegó hasta el final sin cansancio excesivo. A Robert Dean Smith se le escuchó un poco más suelto que en la función anterior. Sólo Reinhard Hagen, como Veit Pogner, demostró unas vacilaciones en el primer acto para superarlas en sus siguientes intervenciones.

Al final grandes ovaciones, con pataleo incluido, para todos, incluída la orquesta y el coro. La mayor ovación de la noche se la llevó, merecidamente, Dohmen que tuvo que volver a salir una vez se corrió el telón de los saludos finales. Ante la inisitencia de los aplausos del público volvió a salir a saludar todo el reparto.

La verdad es que me alegro de haber repetido la función. Una función fuera de abono parece que es la garantía para que no haya toses y otros ruiditos que tenemos que soportar estoicamente durante las funciones de abono. Una cuestión que parece que no tiene solución a corto plazo.

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Publicado el 19 abril 2009 en General y etiquetado en , , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 4 comentarios.

  1. Considero que el nivel alcanzado por la orquesta lo podriamos definir como nuestro actual techo.Seguimos quedando por debajo de muchos teatros alemanes menos carismáticos que nuestro querido Liceu pero ya llegamos al notable.Lo deseable seria como mínimo mantenerlo en todas las óperas….

  2. Mei, em temo que no és que faltin assajos (que tampoc no és que siguin gaires), sinó que els músics són una mica mantes i treballen poc pel seu compte. No estudien, vaja, i enlloc de mirar el director només miren les notes, o surten a tocar completament desmotivats i passotes. A la funció anterior a la que comentes, el canvi es va notar al tercer acte amb el canvi de plantilla al vent. Semblava una altra orquestra!

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