Archivos Mensuales: enero 2011

Anna Bolena, #52

El domingo tuvo lugar la tercera función con el primer reparto de Anna Bolena en el GTL con un lleno absoluto.

En esta ocasión Edita Gruberova me pareció más entonada que en el día del estreno. Su línea de canto fue más constante, por contra decir que tuvo algunos pequeñísimos problemas que corrigió con maestría. Volvió a ofrecer una muy aplaudida Al dolce guidami donde desplegó unos pianísimos interminables, muy meritorios pero excesivos para mi gusto.

Elīna Garanča volvió a desplegar sus contundentes armas vocales, cualquier cantante a su lado tiene que dar un extra para no perder por la comparación.

Josep Bros estuvo mejor de lo que pensaba, cantó con convicción y sentimiento haciendo una buena composición del papel de Percy aunque, a mi parecer, con menos agudos que los que nos ofreció Kunde. Aún así tuvo muy buenos momentos como en el Vivi tu que fue muy aplaudido por el público.

Carlo Colombara estuvo más flojo que en el día del estreno ya que parecía que sufría una leve ronquera que se hizo evidente en más de una ocasión.

Sonia Prina con su voz de mezzosoprano acontraltada me pareció más a gusto en el papel que en el día del estreno.

Correctos el resto de intérpretes. Muy bien el coro como es habitual en ellos. La orquesta aunque mejoró en el viento continuó quedando en evidencia. El director Yurkevych al final se llevó algún abucheo.

Las grandes triunfadoras de la noche fueron una vez más Edita Gruberova y Elīna Garanča. Múltiples salidas a saludar dada la insistencia del público que se resistía a abandonar la sala.

Ver Anna Bolena, #48.

Cambios en Parsifal

Christopher Ventris substituirá a Simon O’Neill en todas las funciones del segundo reparto de Parsifal.

Ver Más cambios en Parsifal.

Anna Bolena, #48

Foto: GTL / Antoni Bofill

El pasado jueves tuvo lugar el estreno de Anna Bolena en el GTL. La ópera contaba con un reparto estelar encabezado por la soprano eslovaca Edita Gruberova, muy apreciada por el público del teatro, y la joven mezzosoprano letona, Elīna Garanča, que ya había debutado en el teatro en Octubre de 2006.

Este duelo entre reina y futura reina, que también era generacional, a mi entender se saldó a final de la letona. Su voz homogénea, fresca, y su seguridad, tanto en los agudos como en los graves, se pusieron de manifiesto en los dúos con la Gruberova.

Con ello no quiero decir que la Gruebrova estuviera mal pero fue evidente la merma de graves en la soprano eslovaca que en algunos momentos llego a declamar más que cantar. Personalmente tampoco me convenció su interpretación del aria de la locura donde creo que exageró con los pianísimos, edulcorados en exceso y que a mí no me acaban de convencer. A pesar de todo el público fiel la ovacionó siempre que tuvo ocasión.

Finalmente Josep Bros no actuó en la función del estreno a causa de una indisposición y finalmente fue substituido por Gregory Kunde. Me extrañó que el cambio no fuera anunciado por megafonía.

Kunde, al que escuché el año pasado en La donna del Lago de Ginebra, convenció al público con un canto valiente convenció y con sus agudos que no sonaron forzados.

Carlo Colombara, como Enrico VIII, estuvo correcto en su interpretación y sus mejores momentos fueron en los dúos con la Garanča.

Sonia Prina, como Smeton, también me gustó y estuvo muy atinada en sus arias.

Bien el resto de cantantes, entre ellos Simón Orfila al que podremos ver en el segundo reparto como Enrico VIII.

Muy bien el coro, como es habitual en ellos. La orquesta, bajo la dirección de Andriy Yurkevych, sonó bastante brillante aunque el viento tuvo algunos desajustes que espero que se subsanen en el rodaje de las próximas funciones.

La producción de Rafel Duran se empeñó en restringir el uso del escenario a los primeros cinco metros, lo que es bueno desde el punto de vista vocal ya que se escuchaban bien las voces, pero en las escenas finales se empeñó en hacer cantar a los intérpretes en las alturas y al fondo del escenario con los que algunas voces se escapaban.

Se vendió la producción como un Gran Hermano pero no se vio materializado en escena, sólo unas pantallas en los laterales del escenario dejaban constancia del concepto.

Sin embargo me gustó la escena de la cacería, donde se consiguió un buen efecto, en parte debido a que situó en el segundo plano del escenario y se pudo ver toda la escena sin dificultad.

Al final grandes ovaciones para la Gruberova y la Garanča. Kunde también recibió sus aplausos. Algún abucheo aislado para Yurkevich y tímidos abucheos que no llegaron a mucho para la dirección de escena de Rafel Duran.

Una buena representación que se suma a los tres anteriores títulos de esta temporada, lo cual constituye todo un éxito para la dirección artística. Habrá que ver cómo afectará al público del GTL la producción de Parsifal de Claus Guth, el próximo título que subirá a los escenarios el mes que viene.

Mi consejo es que no es perdáis Anna Bolena ya que es una oportunidad única de escuchar a Elīna Garanča ya que no sé cuándo volverá de nuevo a Barcelona. Ni que decir tiene que a mí me gustaría volverla a ver pronto.

Ver Anna Bolena, #52.