Bartoli ist eine contrabandistin

El pasado sábado assistí al concierto de Cecila Bartoli en Berlín. Las localidades estaban agotadas desde septiembre, se trataba de un concierto de abono y quedaban pocas entradas para el resto de público. Yo compré la mía en julio porque era uno de los pocos conciertos de la gira en sábado, lo hice por previsión porque entonces no tenía muy claro si conseguiría entradas para el concierto en el Palau de la Música.

El concierto tuvo lugar en la Berliner Philarmonie. Los 2440 asientos de la große Saal estaban todos ocupados, hay que añadir además una cincuentena de asientos situados detrás de la orquesta que supongo que se pusieron a la venta en vista de la demanda que había de entradas para el concierto.

El programa fué el mismo que el de Barcelona, ya comentado en este blog, pero en este concierto noté a la Bartoli mucho más relajada y centrada. El que no hiciera tanto calor y el no tener la presión de la grabación ayudó a ello.

Estuvo suelta y era consciente de todo el público, tanto de los que estaban delante como los que estábamos a sus espaldas. Cuando interpretó la escena y aria de La Cenerentola se giró para cantar para el público para cantar unos instantes. Lo mismo ocurrió con L’Elisir d’Amore y con el bis del aria de La Cenerentola.

El concierto, al igual que el de Barcelona, acabó con una versión aflamencada de Yo que soy contrabandista de El Poeta Calculista de García, acompañada por el mismo grupo de tacaores y palmeros de Barcelona.

El concierto de Barcelona fué más largo que el de Berlín. El público de Berlín no es tan caluroso y efusivo como el español, en la tanda de bises la Bartoli no se hizo tanto de rogar, con lo que acabo casi media hora antes.

Durante el concierto apenas se oyeron toses, en el programa de mano se pide expresamente que se eviten las toses y se recuerda que una sala de conciertos debe ser un sitio para la cocentración. Tampoco sonó ningún teléfono móvil. Lo único que sí se oyó en ambos conciertos fué el ruidito producido por los caramelos envueltos en papel de celofán.